Nota Publicada por el diario La Capital 28/05/2020
La actividad se reanudó el 16 de abril y los jueces resuelven amparos por despidos injustificados e indemnizaciones, entre otros temas.
Cuatro jueces laborales que acuden diariamente a los Tribunales provinciales de Rosario y otros cinco que trabajan a distancia (están exceptuados por la edad) tramitaron casi 10 mil presentaciones por distintos actos procesales de expedientes nuevos o ya iniciados desde el 16 abril, un número abrumador y que parece no darle respiro a una fuero que de por sí está colapsado desde hace años. Se hizo lugar a amparos por despidos injustificados (prohibidos por decreto nacional), indemnizaciones y regulación de honorarios.
«Se trata de cuestiones cotidianas vitales que debemos resolver y algunas tienen que ver con ponerle algo de dinero en el bolsillo a las personas, como indemnizaciones o resolver los casos de esas personas que cobran menos. Hay que mirar alrededor y ver que hay gente que la está pasando realmente mal, con conflictos colectivos, como los gastronómicos, los trabajadores del transporte u otros que están sufriendo mucho», destacó la titular del Juzgado Laboral Nº 6, Patricia Otegui.
Lo cierto es que con herramientas o recursos que siempre estuvieron al límite, los diez juzgados laborales de Rosario vienen sosteniendo una cantidad impresionante de juicios y actos procesales que los tienen siempre al borde del colapso, lo cual deriva en recurrentes reclamos desde los Colegios de Abogados. Incluso los propios jueces y empleados elevaron la voz para buscar soluciones.
Prueba de ello es que hace cuatro años, en noviembre de 2016, se realizó un histórico reclamo en las escalinatas del edificio de Balcarce al 1600, donde jueces, abogados y auxiliares de la Justicia compartieron la demanda tras alertar sobre el colapso de los despachos. Desde ese momento hasta ahora, poco ha cambiado.
En estos días se vive un contexto excepcional en medio la pandemia del Covid-19, donde prevalece el cuidado de la salud y el apego a las medidas sanitarias.
En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe adhirió a los decretos nacionales y ordenó el cierre de los Tribunales, pero el 16 de abril decidió rehabilitar algunos fueros (Familia, Civiles y Comerciales, Menores, Defensorías Públicas, entre otros servicios) con la idea de dar respuestas a trámites urgentes, bajo modalidad semipresencial, algunos que además se pueden formalizar por canales digitales.
En un día de actividad normal circulan entre cuatro y cinco mil personas (público y profesionales) por el edificio de Balcarce y Pellegrini, y trabajan casi un millar de empleados. El riesgo de contagio del coronavirus es alto, por eso se cumplen estrictos protocolos de distanciamiento, uso de tapabocas y toma de temperatura.
Igualmente, los Colegios de Abogados de la provincia reclaman mayor apertura de los servicios (ver aparte).
Un centenar por día
Como muestra de las tareas que se desarrollan desde el 16 de abril en los juzgados Laborales, la jueza Otegui describió que ella y otros cuatro magistrados que concurren al Tribunal, más cinco que lo hacen desde su casa exceptuados por la edad, resuelven entre 80 y 100 trámites diarios cada uno, lo que suma un total de entre 9 mil y 10 mil actos desde que volvieron a los despachos en el contexto de emergencia sanitaria.
«Sin ánimo de entrar en ninguna polémica, somos 9 jueces para 10 juzgados (uno se jubiló). Cuatro de ellos hacen teletrabajo y cinco vamos a Tribunales con un secretario. Entiendo los reclamos de los abogados, pero con las herramientas que teníamos antes y ahora, en este contexto, estamos tratando de agilizar muchísimos trámites y avanzar en procesos judiciales anteriores», describió la funcionaria.
Según explicó, salvo juicios ordinarios o audiencias que obligan a un debate presencial, se canalizan todas las presentaciones, como amparos por despidos injustificados (prohibidos por decreto nacional), acuerdos en expedientes viejos o nuevos que los abogados celebran a distancia, indemnizaciones, regulación de honorarios, apremios y cobros por capital adeudado, entre otros.
«Muchas de esas resoluciones además les dan continuidad a un proceso, lo cual implica que el trabajo no se agota allí, sigue. Por otra parte, se han dictado sentencias que estaban pendientes antes de la pandemia», indicó Otegui, también vocal del Colegio de Magistrados de Rosario.
La funcionaria reconoció que «todo el Poder Judicial está entristecido por lo que ocurre. Particularmente entiendo la problemática del abogado litigante, pero los jueces del trabajo no tenemos las herramientas y no podemos reabrir con las que contábamos antes de esta tragedia; sobre todo ahora, cuando hay que ser prudentes porque mucha gente la está pasando muy mal», indicó.
La jueza detalló que la sala de audiencias tiene 18 metros cuadrados y la comparte con otro juzgado. «Antes de la pandemia se concretaban 30 audiencias por día en ese espacio, con una circulación de entre 70 y 80 personas. En este contexto es imposible volver a realizarlas, por lo sanitario, sería un foco de contagio. Más aún cuando en el Tribunal circulan entre cuatro y cinco mil personas por día», indicó.
Según ese diagnóstico, y consciente de las tensiones que se generan en distintos ámbitos sociales y laborales por las consecuencias de la enfermedad, cree que con dos empleados por juzgado (jueza y secretario), los fueros Laboral y el de Familia «son los más requeridos y los que más respuestas están dando en este momento».
De acuerdo a su mirada, el fuero Laboral «históricamente es uno de los que atrae mayor demanda de los abogados» matriculados de esa jurisdicción judicial, aunque reconoció que «no se puede volver a trabajar y tomar audiencias con normalidad en estas circunstancias, por la multitud de personas que convocan habitualmente las causas laborales». Por eso remarcó que fue muy útil la implementación de las notificaciones electrónicas con firma digital que, después de idas y vueltas de varios años, finalmente se comenzó a utilizar a partir de la cuarentena obligatoria. «Esperemos se pueda avanzar con tratativas entre los distintos sectores, hay que pensar, tal vez se pueda generar un protocolo, una plataforma virtual o turnos por DNI». Y como integrante del Colegio de Magistrados valoró «la predisposición receptiva de la entidad para escuchar a todos los actores del sistema, con el objetivo de articular medidas que permitan solucionar los trastornos que genera el excepcional panorama sanitario».