Buenas noches, quiero darles la bienvenida a todos y todas y expresar unas breves palabras de agradecimiento a quienes nos acompañan en esta celebración del día de la magistratura y la función judicial.
Quiero agradecer la presencia en primer lugar de los señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia, de las autoridades del MPA y del SPPDP, como así también de los representantes de los otros poderes del estado ( Sr. Presidente de la Cámara de Diputados, Sr. Secretario de Justicia)
Quiero agradecer también la presencia de los ex presidentes de nuestro Colegio, del Secretario General del Sindicato de Trabajadores Judiciales, de los Colegios Profesionales y de las autoridades del espectro académico, porque coincidimos en que debemos trabajar conjuntamente en el abordaje de cuestiones comunes que nos interesan a todos los operadores de la Administración de Justicia.
El día de la Magistratura, nos convoca año a año para reflexionar sobre las temáticas vinculadas con la vida institucional de nuestro Colegio y el quehacer judicial.
Hace exactamente tres años que no festejamos de esta forma, es decir, reunidos el día de la magistratura y la función judicial.
El devenir de nuestra actividad nos interpela constantemente en un marco donde los cuestionamientos sociales sobre el funcionamiento de la Administración de justicia nos impone la necesidad de una reflexión seria y responsable.
Cuando las expectativas sociales en el rol del Poder Judicial no se ven cubiertas, comienzan las críticas, cuestiones con la que los operadores del sistema de justicia hemos aprendido a convivir, pero sin que permanezcamos inertes ante el direccionamiento hacia nuestro sector de cuestiones que deben resolver ese en otros ámbitos del poder estatal, teniendo muy en claro que muchas de las responsabilidades que se adjudican a lo que se da en llamar «la justicia», constituyen en realidad una función que se está dejando de llevar adelante por otros componentes del Estado.
La ocasión es propicia para reflexionar como ya es costumbre en estas reuniones, por la situación que debimos transitar hace casi dos años. Es que la pandemia que azotó a todo el planeta obviamente también nos afectó y no solo en lo personal de cada uno de nosotros, también en lo que hace a la faceta laboral tuvo su impacto.
Fue así que desde la cabeza de nuestro Poder Judicial trabajamos conjuntamente para amortiguar la incertidumbre que se generó desde aquel 19 de marzo de 2020 en que nuestro País se paralizó.
Fue un shock que sucedió hace muy poco. Pareciera que fue hace años. Solo el vértigo con el que transitamos nuestras vidas nos hace olvidar que de un día para el otro debimos permanecer encerrados en nuestros domicilios.
Sin embargo, asimilado el contexto, había que diagramar cómo iba a funcionar a partir de allí el sistema de justicia.
Porque un servicio esencial como el que brindamos día a día podía permanecer paralizado.
Y así sucedió.
Porque aunque hayamos tenido que salir a aclararlo en numerosas oportunidades el servicio de justicia siguió trabajando durante la pandemia.
Obviamente que las circunstancias obligaron a modificar el esquema de trabajo para los operadores del sistema porque no se permitía la presencialidad. Y esto necesariamente indicó en la modalidad de dar respuesta diaria a los planteos de los profesionales del derecho.
Había que cambiar con una tradición arraigada por décadas, tanto en el ejercicio de la profesión de abogado como la mecánica de trabajo de cada una de las unidades jurisdiccionales. Obviamente que ello demandó sus tiempos y que esto originó un fuerte reclamo. Las soluciones no podían ser inmediatas. Por el contrario, sino que se fueron encontrando a medida que se iban organizando las formas de afrontar las necesidades tecnológicas, lo que permitía de esa manera seguir prestando el servicio de justicia con la responsabilidad y seriedad propias de lo que había en juego.
Nunca permanecimos ajenos a la angustia que ello originaba en aquellos profesionales que, como auxiliares de la justicia, veían afectadas su fuente de trabajo.
Pero ello en modo alguno otorgaba una licencia para efectuar el cúmulo de descalificaciones de las que fuimos objeto los operadores del sistema de justicia.
No somos refractarios a las criticas cuando ellas están orientadas a la búsqueda de alternativas y soluciones de los problemas que se presentan en las cotidianidad del trabajo diario.
Pero una cosa es la critica y otra muy distinta la descalificación. Y en esa transición más profunda de aquella etapa, donde reinaba no solo el desconocimiento y la angustia, sino también la incertidumbre tuvimos que dar respuesta a ese descrédito que se propagó sobre nuestro sector.
Nunca fue nuestra idea confrontar, pero tampoco podíamos permitir que con afirmaciones distorsionadas se deslegitimara a los operadores del sistema judicial, empleados, funcionarios y magistrados y sembrara más incertidumbre a la que ya existía.
Trabajamos denodadamente colaborando con la Corte Suprema de Justicia y en coordinación con los Presidentes de las Cámaras de apelación de todos los fueros y de cada una de las circunscripciones, a los fines de la implementación de lo que comenzó siendo una solución de emergencia ante la coyuntura de la crisis y hoy constituye una realidad consolidada como es la digitalización completa del servicio de justicia. Ello permitió, en una época que planteó desafíos nunca antes vistos, mantener en funcionamiento a la actividad jurisdiccional del Estado amparando los derechos de nuestros ciudadanos y ciudadanas.
Y en el presente significa la entrada definitiva en la senda de la plena utilización de las tecnologías de información y comunicación que nos impone el siglo XXI con los beneficios que ello conlleva en cuanto a una mejor y más rápida solución a los problemas que se generan en todos los ámbitos en que, como operadores judiciales nos toca intervenir.
Hoy en día, debemos apelar a la institucionalidad y al diálogo que permitan hallar formas de trabajo mancomunado en la búsqueda de alternativas a los inconvenientes coyunturales que se presentan en la cotidianidad del trabajo, en el entendimiento de que el camino es el encuentro y no la confrontación.
En otro orden, tampoco podemos soslayar las situaciones de amedrentamiento e intimidación delas que han sido objeto distintos operadores del fuero penal, acontecimientos que comenzaron allá por 2018 y se reprodujeron durante todo este tiempo, con situaciones inéditas tanto para el contexto provincial e incluso nacional, produciéndose incluso ataques a edificios públicos, hechos que por estos días están siendo sometidos los presuntos autores intelectuales y materiales a un juicio oral y público a los fines de deslindar su responsabilidad.
Es en el marco de resguardo a la independencia de cada uno de los operadores del sistema de justicia, que este Colegio exhortó a los poderes del Estado encargados de la prevención, como así también quienes tienen a su cargo el programa de protección a Magistrados y Funcionarios no solo el evitar que dichos hechos se reiteran, sino también las medidas de prevención en los lugares de detención que es desde donde se organizarán los mismos.
Hoy nuestro Colegio participa en ese sentido de la junta de Seguridad Provincial donde ser plantean esas cuestiones puntuales, debiendo reconocer los avances que se vislumbran sobre el particular.
De la misma manera, seguimos bregando por el fortalecimiento de la carrera judicial. Es por ello que apoyamos decididamente a quienes constituyen hoy uno de los pilares del asociacionismo como es el sector de los Secretarios, quienes han desplegado durante el período de aislamiento y distanciamiento social preventivo y obligatorio, una labor incansable para brindar fluidez y continuidad a la tramitación de las causas en cada una de las unidades jurisdiccionales en las que trabajan.
Asimismo, cabe destacar que en octubre de este año estamos acompañando al sector en el decimocuarto congreso de la Comisión Nacional del Secretariado Judicial y de los Ministerios Públicos que se llevará a cabo en la ciudad de Salta, siendo que el doctor Pablo Lazzeri fue elegido de entre sus pares como el primer representante de los Secretarios en la recientemente creada Dirección del Secretariado y Funciones Judiciales de la FAM.
En esa misma tónica, debemos destacar el vínculo que mantenemos con las autoridades de la Secretaría de Justicia, donde entre otras cuestiones, hemos tenido en todo este tiempo una interpelación en diversos órdenes.
Así en lo que hace al trabajo mancomunado en la confección de diferentes alternativas y propuestas de índole legislativa, el Colegio ha participado junto a otros estamentos como lo son los colegios de Abogados y las Universidades en la redacción de sendos proyectos, tanto de Códigos como de leyes.
Así, en el marco del «Programa Santa Fe más Justicia» se ha logrado la formalización del proyecto del Código Procesal Civil y Comercial, como así también del Código Procesal Juvenil y de ley de «Protección del Consumidor». cuyo texto definitivo fueron elevados por el señor Gobernador a la Legislatura para su tratamiento.
No puede soslayarse tampoco que en función de lo dispuesto en el decreto pertinente al Consejo de la Magistratura, aportamos nuestros evaluados para cada uno de los concursos que se llevan adelante en las diferentes órbitas del Poder Judicial. Sin embargo, desde el lugar de representación que nos toca asumir no podemos dejar de señalar la imperiosa necesidad de que tanto desde los poderes del estado que tienen a su cargo el proceso de selección y designación de magistrados se visualice la problemática que generan las vacantes en los diferentes fueros de toda la Provincia, haciendo un llamado a la reflexión a los estamentos políticos a fin de que, superando las diferencias coyunturales asuman debidamente la responsabilidad institucional que la Constitución les asigna y adopten las decisiones necesarias para la cobertura de aquellas unidades jurisdiccionales que no cuentan con su titular.
Ello en el entendimiento de que la realidad imperante en la materia afecta sensiblemente la normal prestación del servicio de justicia y repercute inexorablemente en la sociedad toda.
Por último, no podemos dejar de insistir en que constituye una necesidad largamente señalada por este Colegio que en la integración del Consejo formen parte de manera estable e institucionalizada todos los sectores involucrados en el mejor desenvolvimiento del proceso de selección y designación de magistrados y funcionarios.
Es por tal motivo que, mientras ello no se concretice, resulta imprescindible que la reglamentación permita un adecuado método de valoración de los antecedentes profesionales y laborales, principalmente aquellos basados en la experiencia práctica derivada del desempeño de funciones en el servicio de justicia.
En lo que hace a la cuestión comunicacional desde el Colegio estamos convencidos en el desarrollo de acciones que posibiliten la mejor llegada del trabajo de los operadores del sistema de justicia a toda la sociedad, utilizando todas las tecnologías disponibles actualmente en materia audiovisual y en especial, otorgando una nueva apariencia al sitio web del Colegio que comprende los contenidos que luego son replicados en las redes sociales.
Estamos convencidos que si trabajamos bien, pero comunicamos mal la gente no notará lo primero y para comunicar bien necesitamos escuchar y aceptar la mirada del otro, aunque no coincida con nuestra postura.
No debemos dejar de lado lo que para la sociedad somos, la comunicación que hacemos de nosotros mismos.
En otro orden de consideraciones no podemos soslayar tampoco la consolidación de la larga y fructífera relación con el Sindicato de Trabajadores Judiciales con quien hemos tenido un invalorable trabajo en conjunto durante la pandemia, preocupándonos conjuntamente por la efectiva prestación del servicio de justicia, pero también por el resguardo de las condiciones de trabajo y la salud de todos los operadores del sistema de justicia.
Es en estas cuestiones, donde se percibe la importancia del asociacionismo judicial, en el mantenimiento de la unidad y en férreo resguardo de la independencia judicial.
Y desde su nacimiento, el horizonte es la unidad. La unidad de los magistrados y funcionarios del Poder Judicial de nuestra provincia, la de las distintas regiones de la Provincia.
Quiero agradecer:
A) El trabajo invalorable, el acompañamiento de nuestro vicepresidente Dr. Roberto Dellamonica y de todos los compañeros del Consejo Directivo Provincial porque con su constante compromiso y dedicación llevamos adelante nuestra gestión.
B) Somos conscientes de la difícil coyuntura por la que esta atravesando nuestro país y esta situación, desde luego, no puede resultar ajena al marco de la reunión que aquí estamos llevando a cabo. Sin embargo, ello no nos hace perder de vista el verdadero significado del encuentro que hoy nos convoca, que no es otra cosa que un reconocimiento a todos nuestros asociados por el trabajo y esfuerzo diario en pos de una función judicial consustancial con la construcción de una sociedad más justa y solidaria, en la que el acceso a justicia de todos los ciudadanos y ciudadanas sea una auténtica realidad.
Por último, quiero agradecer a todos nuestros asociados por su incondicional acompañamiento en nuestra gestión.
Creanme que lo valoramos muchísimo.
Nada más de mi parte, feliz día de la Magistratura y la Función Judicial.